martes, 8 de junio de 2010

Osho habla de sexo....

Amig@s, Osho fue un filósofo contemporaneo que vino a romper muchas estructuras mentales y paradigmas sociales. A mi me ha encantado leer sus libros porque en ellos encierra mucha sabiduria y me invita a pensar, no todo lo que leo me parece completamente acertado para mí, pero me deja analizando y llegando a ms propias conclusiones.
En su pagina, encontré esta información que me parece muy buena, es una pregunta que le han hecho y cómo contestó dentro del tema tabú SEXO.... disfrutenlo.

Consulta a Osho:
Me encuentro generalmente atraída hacia las mujeres y en muy pocas ocasiones profundamente hacia un hombre. Esto me incomoda un poco.



El sexo ha sido llamado el pecado original. Ni es original ni es pecado. Incluso antes de que Adán y Eva comieran la fruta del árbol del conocimiento ya estaban teniendo sexo, y todos los otros animales en el Jardín del Edén estaban teniendo sexo. Lo único que se produjo después de comer de la fruta del conocimiento fue la consciencia: se dieron cuenta de ello. Y al darse cuenta de ello se sintieron avergonzados.
¿Por qué se sintieron avergonzados? ¿De dónde vino esta vergüenza? Se sintieron avergonzados porque vieron que se estaban comportando igual que otros animales. ¿Pero qué hay de malo en comportarse igual que otros animales? El hombre es también un animal. Pero el ego entró: la fruta del conocimiento creó el ego. Creó la superioridad, la idea de la superioridad: “Somos seres humanos superiores. Estos tontos animales, si hacen ciertas cosas pueden ser perdonados. Pero nosotros no podemos ser perdonados; esto está por debajo de nuestra dignidad".
El sexo es una actividad tan fundamental en la naturaleza que el ego del hombre empezó a intentar librarse de él.
Ésta es la primera cosa que me gustaría que recordaras: el sexo es natural. No hay necesidad de hacer ningún esfuerzo para librarse de él… aunque sé que llega un momento en que lo trasciendes, eso es algo totalmente diferente. No es por tu esfuerzo que te puedes librar de él; si intentas librarte de él vas a ser víctima de las perversiones. Debido a que, por siglos el hombre ha estado intentando librarse del sexo, ha creado muchas clases de perversiones. La homosexualidad ha surgido porque hemos privado a la gente de la heterosexualidad. La homosexualidad nació como fenómeno religioso en los monasterios porque forzamos a los monjes a vivir juntos en un lugar y a las monjas a vivir en un lugar, y los separamos con grandes muros.
La homosexualidad está destinada a suceder. Sucede solamente en monasterios y en el ejército, porque estos son los dos lugares en donde no permitimos que los hombres y las mujeres se mezclen. O sucede en los albergues de muchachos y muchachas; allí tampoco les permitimos que se mezclen. Todo el fenómeno de la homosexualidad es un subproducto de toda esta educación estúpida. La homosexualidad desaparecerá del mundo el día que permitamos que los hombres y las mujeres se encuentren de manera natural.
Desde su misma niñez empezamos a separarlos. Si un niño está jugando con niñas lo condenamos. Decimos, “¿Qué estás haciendo? ¿Eres un mariquita? Eres un niño, ¡eres un hombre! Sé un hombre, ¡no juegues con niñas!”. Si un niño está jugando con muñecas lo condenamos inmediatamente: “Esto es para niñas”.
Si una niña está intentando trepar a un árbol la detenemos inmediatamente: “Esto no está bien; esto va contra la gracia femenina". Si una niña lo intenta y persiste y es rebelde le llaman marimacho; no es respetada. Empezamos crear estas feas divisiones. Las niñas gozan trepándose a los árboles; es una experiencia muy hermosa. ¿Y qué hay de malo en jugar con muñecas? Un niño puede llevar muñecas, porque en la vida tendrá que conocer muñecas ¡y entonces estará perdido sin saber qué hacer!
Todo este fenómeno no tiene nada que ver contigo personalmente. Es una enfermedad social esparcida por todo el mundo.

Dos caballeros ingleses de la vieja escuela estaban discutiendo sobre viejos conocidos una tarde en su club de Londres. “¿Qué fue del viejo Cholmondeley?", preguntó uno.
“¿Por qué, no escuchaste? ¡Cholmondeley fue a África de cacería, y, por Júpiter, el tipo hizo suyo a un mono!”.
“¿Un mono? ¿El viejo es maricón?”.
“¡Cielos, no! Era una hembra”.

Si es una hembra, aún cuando sea un mono, está perfectamente bien.
Creamos estos condicionamientos tan profundamente que debido a tanto condicionamiento la gente empieza a veces a rebelarse contra ellos. El sexo debería tomarse muy naturalmente; lo hemos estado tomando muy seriamente. O lo condenamos como feo, animal, o lo elevamos a algo divino, pero nunca lo aceptamos como humano y nunca lo aceptamos como diversión. Básicamente es diversión, ¡es un buen deporte! Y la humanidad va a permanecer agobiada con este feo absurdo si no aceptamos su belleza como deporte. También es una buena actividad física, y el mejor de los ejercicios.
Si lo tomas sin seriedad, entonces no hay necesidad de preocuparse incluso si te atraen las mujeres. No te preocupes, porque tu preocupación no va a ayudar. Está perfectamente bien. En un mundo realmente libre que no esté condicionado por el pasado primitivo, ignorante, en un mundo realmente iluminado, nosotros aceptaremos todas estas cosas. Sí, tú puedes amar de vez en cuando a una mujer o a un hombre. No hay nada malo en ello, porque en tu interior están ambos.
Cada hombre es ambos, un hombre y una mujer, y cada mujer es ambos, una mujer y un hombre, porque tú naces de la unión de un hombre y una mujer. Así que la mitad de ti viene de tu padre y la mitad de ti viene de tu madre; parte de ti es hombre y parte de ti es mujer.
No hay mucho de que preocuparse. Puede ser que tu parte hombre se sienta atraída hacia otras mujeres, pero como biológicamente eres una mujer te sientes asustada. ¡No hay necesidad de estar asustado! Toma las cosas tranquilamente; ése es mi enfoque básico. Tómalo con tranquilidad. Y al tomar las cosas con tranquilidad uno puede trascenderlas más comfortablemente, convenientemente, rápidamente, que tomando las cosas con seriedad. Si las tomas seriamente te enredas con ellas, te sientes agobiado por ellas. Y éste no es un problema tan grande. Hay problemas mayores.

Al famoso naviero griego, Ori Oristotle, le estaban construyendo una casa en un gran terreno en Grecia. Él dijo al arquitecto, “No toque ese árbol que está allá, porque exactamente debajo de ese árbol es donde tuve mi primer amor".
“Qué sentimental, Sr. Oristotle", dijo el arquitecto, “¿Justo bajo ese árbol?”.
“Sí”, continuó Ori Oristotle. “Y no toque ese árbol allá tampoco, porque es ahí donde su madre estaba parada observando mientras yo estaba teniendo mi primera aventura amorosa".
“¿Su madre sólo estaba allí parada mientras usted estaba follando a su hija?”, preguntó el arquitecto.
“Sí,” dijo el naviero griego.
“Pero, Sr. Oristotle, ¿qué dijo su madre?”.
“Baaa".

Hay problemas mayores; tu problema no es nada. Por lo menos a ti te atraen otras mujeres… por lo menos otros seres humanos. Está perfectamente bien. Un poco extravagante, pero no demasiado serio. Ese tipo de cosas han estado sucediendo siempre. Ahora la gente se ha vuelto más valiente y hace preguntas; particularmente en Occidente la gente se ha vuelto más honesta. Actualmente ningún indio haría tal pregunta. No que ese tipo de cosas no estén sucediendo en la India; están sucediendo pero ningún indio tendrá el valor suficiente para hacer tal pregunta. Esas cosas están sucediendo siempre por todas partes. Es parte de la escena humana. Así que no hagas mucho alboroto al respecto, y no te inquietes.

Hay gente tan lerda, tan muerta, tan insensible, que sólo se siente atraída hacia el dinero, o el poder político, o la fama. Tú estás en una situación mucho mejor; por lo menos no estás enamorada del dinero. Incluso Ori Oristotle estaba en una situación mucho mejor que la gente que está enamorada del dinero. Pero no se piensa que esta gente esté pervertida. Ellos son los verdaderos pervertidos: el dinero es su vida entera, su devoción; el dinero es su dios.
Te atraen las mujeres: está perfectamente bien. Entra profundamente en relación con las mujeres. Si conviertes esto en una ansiedad no podrás entrar profundamente en relación con una mujer. Si entras profundamente en relación con las mujeres, mi comprensión es que tarde o temprano encontrarás que esta relación no puede ser muy satisfactoria, porque dos mujeres son parecidas. Y una relación necesita cierta tensión para ser satisfactoria, una cierta polaridad para ser satisfactoria. Dos mujeres enamoradas, o dos hombres enamorados, tendrán una buena relación, pero no será muy picante. Será una poco lerda, monótona, algo aburrida.
Pero si profundizas, sólo entonces te darás cuenta de estas cosas. Tu ansiedad no te permitirá profundizar, y entonces toda tu vida permanecerás interesada y atraída hacia las mujeres.
Mi enfoque sobre todos los problemas es que si hay algo ahí, entra profundamente en ello, ya sea para que encuentres el tesoro, si tiene algún tesoro, o encuentres que está vacío. En ambos casos te enriqueces. Si encuentras el tesoro, por supuesto te enriqueces. Si encuentras que está vacío, acabas con él.
Dos mujeres en relación no pueden tener una gran aventura amorosa. Permanecerá en tierra llana; no tendrá alturas y no tendrá profundidades. Así que la gente que tiene miedo a las alturas y a las profundidades lo encontrará muy cómodo, conveniente. Es por eso que a los homosexuales se les llama “gay” (alegre). Parecen alegres; parecen mucho más alegres que los heterosexuales.
Los heterosexuales están entrando siempre en confusión: más conflicto, más lucha, menos comprensión. Tiene que ser así, porque dos mujeres pueden entenderse mucho mejor que un hombre y una mujer. Dos hombres pueden entenderse mucho mejor porque ellos son del mismo tipo, pero la chispa estará faltando. Sí, habrá cierta alegría , pero no una gran poesía, ni un gran romance: algo leve. La relación será homeopática. No tendrá aventura, sorpresas: estará a salvo, segura, con más comprensión, menos conflicto, menos quejas.
Con un hombre y una mujer hay problemas… problemas de malentendidos. Viven en mundos totalmente diferentes; son dos polos diferentes de consciencia. La mujer piensa intuitivamente, el hombre piensa intelectualmente, por lo tanto no hay encuentro.
Ve tan profundamente como sea posible en tus relaciones con las mujeres; no te preocupes. Pronto verás que hay una clase diferente de relación que puede existir solamente entre los polos opuestos. Entonces entra en relación profunda con un hombre, porque sólo entrando profundamente en relación con un hombre podrás saber que todas las relaciones se quedan cortas. Aún la relación hombre/mujer se queda corta; nunca te trae la alegría que promete.
Sólo a través de tu propia experiencia, no por lo que Buda dice, no por lo que digo yo… solamente a través de tu propia experiencia podrás un día ir más allá de todas las relaciones. Entonces puedes ser feliz estando solo. Y la persona que puede ser feliz estando sola es realmente un individuo. Si tu felicidad depende del otro, eres un esclavo; todavía no eres libre, estás esclavizado.
Cuando eres feliz estando solo, cuando puedes vivir contigo, no hay una necesidad intrínseca de estar en relación. Eso no quiere decir que no te relacionarás. Pero relacionarse es una cosa, y estar en relación es absolutamente otra. La relación es una clase de esclavitud, relacionarse es compartir. Tú te relacionarás con mucha gente, compartirás tu alegría con mucha gente, pero no dependerás de ninguna persona en particular y no permitirás que nadie dependa de ti. No serás dependiente, y no permitirás que nadie dependa de ti. Entonces vives en libertad, en alegría, en amor.
Disfrútalo, es bueno… no lo suficiente pero aún así bueno. Te conducirá a una relación heterosexual; eso es un poco mejor. Incluso eso no va a satisfacer. Entonces eso te conducirá a la meditación, a estar sola, a esa belleza, esa bendición, que sucede solamente cuando estás solo.

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