He tenido una idea con respecto a escribir un pequeño ensayo con relación al impulso que me dio la iglesia para encontrar a Dios. Y es que he tenido la noticia de que una amiga mía, casi una hermana se ha alejado de mí porque en su búsqueda personal de su espiritualidad , ha recurrido a la religión y los preceptos que ahora le rigen, van en contra de la filosofía que antes compartíamos, en especial de la armonización de tu entorno por el Feng Shui. Su religión le indica que esto es pecado y diabólico, por lo que lo que antes era un punto de encuentro es ahora un desencuentro y me hizo reflexionar, justo ahora que estoy releyendo a Ramtha. Sé que todo lo que nos sucede está vinculado a nuestro crecimiento y hoy lo he comprobado más que nunca…en primera porque me hizo autoevaluarme y observar cuanto miedo me provocaban las reglas de mi antigua religión, yo le temía a Dios y por eso hacía muchas cosas que en realidad no me daban una paz interna, cosas que hacía tan solo para no pecar, pero cuando expandí mi conciencia y me di cuenta que ese Dios que las religiones manejan está creado por las ideas de los que crearon las reglas de esa religión, y que por lo tanto está basado en pensamientos y sentimientos muy humanos, los cuales son imperfectos, pude entender que Dios es mucho, muchísimo más que amor revuelto con miedo….Dios sólo es amor y no es capaz de juzgarte ni castigarte porque todos y cada uno de nosotros somos

El.Entiendo también que las religiones han jugado un papel importante en la humanidad,ya que existen muchas personas que por sus niveles de conciencia sólo pueden estar en contacto con Dios a través de una religión que les diga lo que deben hacer, yo viví esa experiencia; pero en una búsqueda más profunda de mi ser, pude encontrarme con Dios desde mí, sentirlo y vivirlo con plena libertad y sintiéndome en completa paz, sin miedos,ni pecados, sólo amor........benditas las religiones que nos impulsan a buscar la verdad y no conformarnos con ideas erróneas que ellas mismas han creado y bendito sea Dios por su presencia en mi vida.