martes, 28 de octubre de 2008
Qué quiere realmente una mujer?
Ayer estuve platicando con una persona que me comentó que estaba preocupada a cerca de tomar una decisión muy importante…seguir sufriendo o tomar el camino del divorcio, expresaba que ya estaba cansada de pelear y no poder sentir que era ella la dueña de su vida y su libertad y recordé un cuento que todos los seres humanos deberían conocer, se las comparto:
Un joven príncipe estaba cazando en el bosque, sin darse cuenta invadió el territorio de un rey que molesto le dijo: por haber invadido mis tierras tengo el derecho de hacerte prisionero y matarte, el joven le pidió perdonara el agravio, sin embargo, el rey, que en esos momentos se sentía muy abatido le ofreció perdonarle solo si encontraba la respuesta a una interrogante…¿qué quieren realmente las mujeres? El príncipe se sintió muy tranquilo porque pensó que esa sería una manera muy sencilla de salir del problema, así es que se comprometió a que en un mes le tendría la respuesta a esa rara interrogante.
El príncipe empezó sus cuestionamientos a toda la corte pero nadie había acertado a la respuesta, les preguntó a los sabios, a los médicos, a los maestros pero nadie podía contestarle, desesperado por que se le acababa el tiempo recurrió a una vieja bruja que le habían dicho tendría la respuesta.
Galopó hasta el pantano en donde esta criatura vivía y soportando el espantoso olor le preguntó ¿ qué es lo que quiere realmente la mujer?
La bruja sabía que de esa respuesta dependía la vida de ese joven por lo que le dijo: la respuesta tiene un precio muy alto, deseo casarme con tu hermano el mayo, justamente el heredero a la corona. Al escuchar tal petición salió sin más del lugar y supuso que ése sería su fin. Cabizbajo y deprimido, el joven príncipe no salió de su habitación en tres días, él no quería decir en qué problema se había metido y mucho menos en qué terminaría. Su nodriza se encargó de sacarle la verdad y pronto le contó al hermano mayor lo que sucedía. Por el amor que le tenía a su pequeño hermano le dijo que estaba dispuesto a casarse con esa horrible bruja con tal de que le dijera la respuesta y pudiera salvar su vida. Entonces los dos se fueron hasta el nauseabundo pantano y al ver a esa espantosa mujer, sintió mucha pena al saber que estaba orillando a su hermano, a vivir con alguien que además de despedir una espantosa pestilencia hacía ruidos obscenos cada vez que hablaba.
Sin embargo el entrañable cariño que se tenían le dio la fuerza de aceptar casarse con ese monstro, acordaron la fecha de la boda y la bruja muy contenta por el logro obtenido le dijo al joven príncipe: ¨Lo que una mujer quiere es ser soberana de su propia vida¨
El príncipe fue con la ansiada respuesta a ver al rey, quien al escucharlo supo de inmediato que eso era exactamente lo que ellas quieren, por lo cual le devolvió su libertad. A la semana siguiente se llevó a cabo la macabra boda, la bruja con un diente y mas granos en la cara que cabello en su cabeza , engulló los alimentos con la nula intención de mostrar una pizca de buenos modales, toda la corte se sentía tan incómoda por la situación, excepto el novio que se mostró cortes y reservado con su nueva esposa. Al llegar la noche de bodas, la anciana salió del baño convertida en una linda doncella a lo que el príncipe le asombró, y la bruja le dijo que en vista de haber sido cortes con ella en el palacio, podría convertirse en bruja o doncella la mitad del día, que él escogiera si quería a la bruja de noche y a la doncella de día o viceversa. El hombre se quedó pensando un rato y le contestó que ella eligiera qué papel quería representar de día y de noche y que él lo respetaría. La bruja le dijo que sería doncella todos los días y todas las noches durante toda la vida ya que él le había dado la libertad de decidir….
Qué te parece? Ojalá que hubiera en este mundo miles de hombres que aprendieran, que al darle a las mujeres la libertad de ser ellas mismas recibirían mucho más de lo que ni siquiera se imaginan.
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3 comentarios:
Excelente tema!
La vida cotidiana nos absorbe y nos olvidamos ser nosotros mismas nuestro tiempo es de nuestros hijos, nuestro esposo, y de nuestras multiples ocupaciones y otras cosas mas y nosotras, donde esta nuestro tiempo, nuestro espacio, nuestro ser?
Te felicito por tu blog, esta muy interesante....
Silvia
es muy cierto, y no lo habia visto de esa manera.
Cuando nos tratan con amabilidad nos transformamos.
Hace tiempo leí una frase que me impactó al principio, pero que tuve que reconocer como cierta: "Nos casamos con tres personas: la que nosotros creemos que es, la que realmente es y la persona en la que se convierte por el hecho de haberse casado con nosotros"... La naturaleza del ser humano es egoista, queremos que la felicidad nos sea dada sin dar nada a cambio. Si queremos ser felices junto a una persona, sea cual sea nuestra relacion, debemos hacer lo que esté en nuestra mano para que esa persona sea feliz compartiendo su vida con nosotras... el único límite: la dignidad.
Excelente blog.
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